lunes, 25 de febrero de 2013

Búsquedas y Encuentros "In Memóriam"


Presentación del proyecto en el Palacio Antiguo Hospital de Santiago. Excmo. Ayuntamiento de Úbeda.

Julio 2004


ESTO SON SÓLO PALABRAS.
PALABRAS expresión falsa y arrogante que surge de forma improvisada o premeditada, que surge de
forma fluida y agradable de tu boca.

Tus ojos atentos y expresivos indican vida, vida oculta y oscura, vida que absorbe o intenta recortar la
mía.

Tus labios arqueados con dientes blancos y perfectos, los tienes perfectos de acuerdo a la tendencia
actual, chica tu vales. Pones imagen atenta y me muestras interés; en el fondo deseas inducir
conductas, deseas generar en mi interior sensaciones y estímulos ajenos a la realidad de mis
circunstancias, ajenas a mi yo, fuera siempre de los limites libres de la existencia pura, de la
contemplación simple, sencilla y armoniosa de la creación, de la que soy y a la que pertenezco.
Frente a tus palabras, deseo la esencia de la vida; recoger materia con su nulidad, su simpleza, su
mera humildad, su escaso poder de convicción; poner ante tu presencia mis ansias de libertad, mis
deseos de vida.

Es ir contra corriente, luchar contra ti y contra mis propios deseos de ser más que tú.
Frente a tí y a tu modo armónico, al lado de tu belleza programada, inculcada, imbuida y por ti
admitida; se deja ver este nuevo proyecto, esperándote y diciéndote en cada elemento se tú, puedes
ser tú, al igual que yo estoy aquí y soy yo… sólo yo.

Tu posición segura, serena, altiva y hasta graciosa y sutil; todas tus palabras simples, bien situadas y
dichas en tiempo oportuno, casi prudentes, me generan tal inquietud, que de forma predeterminada
a priori, o de forma inconsciente, crea en el interior espirales de humo, inquietudes en mis deseos … y
en mis voluntades.

Eres absurdo, incoloro, neutro y hasta detestable. Olvídame. Tu guerra no es mi guerra, tus razones y
argumentos ya no convencen, tu eje del mal esta descentrado, no refleja simétricamente la realidad
libre de la existencia, el bueno, el Salvador ya llego; despierta de tu aletargo contempla la obra,
dialoga con las propias palabras; contempla; contempla como el sol sale y calienta y a la sombra de
tus alas canto con jubilo.

También todo esto que escribo son palabras.

Palabras, sólo palabras inconscientes de la dualidad entre el yo interno, los sentimientos y las
sensaciones, y tu expresión motivada por una conducta ya orientada, con tendencias impuestas a
mostrarse siempre en una dirección.
¿te crees bueno?… bueno sólo es Dios.
Tus expresiones y conductas tus apariencias y comportamientos exteriores, reflejan la tensión, la
frustración y la caducidad de un continuo y constante vivir anclado, atado y esclavo de una imagen,
que de tanto reproducir acaba pensado, creyendo y deseando el papel que muchas veces inducido
e impuesto te ha tocado vivir.

También todo esto son palabras y sólo palabras.
La obra es la obra y sólo la obra, sin palabras, en estado puro, claro y limpio.
Este nuevo proyecto es un encuentro casual; se coloca ante ti, ante tu mirada para ser ella dentro de
ti, quiere que la poseas y poseerte, mantenerse dentro de tu mirada, dentro de tu mente y dentro de
ti, estas palabras generan más palabras, expresiones, estímulos e intuiciones que desde tu libertad
surgirán al exterior.

La obra te invita a vivir la plenitud de la existencia dentro de tu historia, una historia creada por Dios
para el amor, no para la guerra.
La obra te invita e induce a romper ese halo impuesto, divino y sagrado con el que se ha dotado a la
obra de arte, siempre con intenciones.
Esta sociedad consumista y capitalista se adueña de la vida y de la existencia y enmudece lo más
libre de lo libre, que es la pura creación artística, donde no hay detrás más interés lucrativo ni más
ansias de ser Dios.

El artista y la obra surgen de lo básico de la vida, del centro de la existencia con el deseo de darlo
todo por el hombre, por el ser creado por encima de toda la creación, por el ser hecho por voluntad
de Dios a su imagen y semejanza para la libertad, para la vida en el paraíso. Sólo una condición, no
comer del árbol del bien y del mal. Todo para mí, todo para el hombre … por la humanidad.
Este nuevo proyecto te invita a fundirte con los elementos más básicos de la existencia de la vida y a
contemplar libremente los acontecimientos de la creación, vivir el desarrollo libre y en armonía de la
vida.

“…la vida es un sueño, y los sueños, sueños son...“
Todo lo dicho también son palabras; palabras libres, palabras inducidas o creadas con pretensiones
de arrogancia o con esquemas generados e inculcados por una sociedad llena de intereses que nos
hace desear ansias, que nos hace llegar a confundir la imagen con la realidad, el reflejo o la sombra
con el objeto.

Nunca sabré si te escribo y hablo para convencerte de lo que no siento y pienso, o si de esta teclas
sale libremente mi ser… lo cierto, lo auténtico, lo único y verdadero.

Dentro de esta maraña de velos tamizados, dentro de esta espiral que envuelve todos mis pensamientos
en un mismo instante, en esta contemplación absurda de todos los elementos más simples que
condicionan y acompañan mi existencia; dentro de mi mente, mi obra se abre camino para tomar de
los momentos más neutros y libres, para sentir en los estados más puros, la expresión de cada instante,
obteniendo la base de los desarrollos artísticos que se muestran tal cual es; de forma, que por encima
y fuera de estas palabras, que son sólo palabras, que ahora escribo, y que son tan absurdas como tu
diálogo, tan simples como tu compañía, tan justificativas y ambiguas como tu sonrisa y tan prepotentes
e impositivas como la declaración de guerra de Irak en las Azores, y tan absurda como la posición del
consejo de Sabios de la Junta de Gobierno del colegio de Arquitectos del año 2.002, cuando me
tiraron a la basura la instalación Expresión del Instante I… fuera de todas estas consideraciones la obra
es y la obra esta, ahí para tí.

Por que en el fondo de mi ser, yo también quiero ser, y contra ese deseo de comer del árbol del bien
y del mal del paraíso, surge la obra y me muestra todo el paraíso creado para mí; frente a ese deseo
innato de ser, la obra realiza el deseo profundo y necesario de vivir simplemente, contemplando la
expresión de cada instante y vivir siempre contigo, y junto a tí.



Todo negro.....menos tú.

Es la contradicción que siempre llevo en mi interior necesito tu apoyo, y cuando pienso que eres
absurdo, inocuo, y que no tienes más que palabras vacías y nada en tu interior, tengo a la vez que
decirte, al igual que haces tu; decirte palabras y sólo palabras.
Que se haría con este proyecto y conmigo si te dijera la verdad de lo que pienso, verdad que también
es contradicción por que nunca sabré si lo que pienso es así o si debido a la sociedad y a todo lo que
ha condicionado mi existencia desde mi nacimiento…, mi libertad, la que tanto deseo y anhelo, por
la que lucho con mis obras, está también obligada y condicionada a pensar eso de tí cuando realmente
esa es mi imagen y al verte y juzgarte lo hago bajo el reflejo de mi propia ansia de ser .
Esto son también palabras y sólo palabras.

Palabras absurdas, ambiguas y falsas, que nos introducen en espejismos en ansias y necesidades que
se alejan de lo simple del vivir.

En el límite del acondicionamiento de las conductas y la imposición de las voluntades, por encima de
la farsa, tus palabras que sólo son palabras, desestabilizan el equilibrio armónico de la creación, del
orden, de la belleza, de la contemplación de lo simple y lo sencillo, me desestabiliza y me introduce
paso a paso, punto a punto, en una espiral que cierra, que atrapa, me fuerza a recorrer caminos;
caminos que conducen con el odio a la imposición de mi sentido de razón, de justicia, de verdad y de
bondad; fuera del árbol del bien y del mal, conduce y lleva al horror de la destrucción y al absurdo
pleno de conseguir la victoria: La guerra en mi interior, guerra entre tú y yo, guerra entre naciones. Negro, todo negro, menos tú.
Potenciar la capacidad del hombre de destrucción y de odio; de invertir la tendencia natural de su
felicidad en actos en contra de su propio yo; el placer de sentirse Dios de poder decidir sobre la vida
del otro, alucinación de felicidad de ser más, de violentar las voluntad de los demás.

NUNCA MAIS.

El horror de la victoria, la frivolidad de las marchas triunfales, de las medallas de honor y del valor; la
seguridad de ser algo cuando el instante y el futuro no se puede establecer, no se puede calcular ni
controlar. ¿quien soy yo? ¿qué es lo que pienso? ¿cual es el ideal utópico que justifica la acción
contra mí, contra el otro? ¿Quién es el instrumento y quien es el que se encarga de transmitirme
teorías e ideas basadas en justificaciones absurdas con palabras y sólo palabras?
Cuando todo se justifica cuando siempre hay criterio para demostrar posturas orientadas a satisfacer
sólo el ego del poder, cuando se estudia la mente y se articulan actuaciones que coartan mi libertad,
de forma, que haciendo sentirme libre me enfocan hacia posturas que no corresponden a mi yo
natural, simple, sencillo, básico y elemental que es la existencia, aquí sólo hay palabras.
Palabras que manipulamos para que ese camino de igualdad al final siga siendo un camino
tendencioso de manipulación, de ofrecer espacios que me niegan ser yo mismo.

NUNCA MAIS

Palabras que enhebran discursos completos, que muestran la bondad de lo que no es, de lo que no
puede ser, de lo que nunca será. Siempre palabras, todo palabras, hojas y hojas estrategias de vida,
ver pasar la vida entre argumentos y un interior incapaz de sentir que es, que piensa y que quiere.
De tanto oír decir que soy, como soy y como debo ser, de tantos proyectos de futuro de tanta utopía
y teorías, de tantas imágenes de placer, se me olvida que es el sentimiento y me pregunto como
defino un orgasmo. Acaso tiene expresión constante acaso tiene que pregonarse a los cuatro vientos.
Ver la guerra día a día escuchar el sonido y ver el humo del fuego, tan análogo a los juegos, a las
películas que fuerzan sentimientos, que potencian llantos y compasiones que surgen del propio
egoísmo… tanta victoria, tanta satisfacción puede cerrar acaso el vacío de los absurdos; de un tiempo
alejado de ti, queriendo hacer justicia, creyendo que hago justicia… ¿donde esta la justicia?
¿el valor, la ilusión, la fuerza.... el ánimo que con intención inductora provocan las palabras, pueden
llenar el vacío de una vida abocada a la muerte?

Judíos, Árabes y palestinos luchando por una tierra; bombas por un ideal, vivir metido en proyectos
abstractos que alejan la vida de lo natural de la creación, de la belleza, de lo simple.
Simple el aire, simple la vida, la naturaleza, el hoy, el momento; todo simple menos el consumo
despiadado que me induce a consumir locamente buscando en ello lo profundo de la satisfacción y
la felicidad.

Consumir como fin último y esencial de la vida.
Consumir como el único camino valido para el desarrollo de mi sociedad, de mi gente, de mi entorno,
de mi familia y el mío.

Consumir, ahorrar, defender, avanzar, ...todo números todo estadísticas, todo palabras.
Acaso que significan las palabras, que hay detrás de una inaccesible situación, de una novela, de un
sueño, de una fantasía.

Todo real, la guerra real, retransmitida día a día; impactos de poder que nos desorientan perdiendo el
sentido de lo concreto, de la existencia; basando todo en alucinaciones y efectos que nos dejan sin
una ápice de valoración de lo simple, de lo puramente real y concreto que es la vida.
Una vida que surge en el nacimiento, que transcurre en una realidad concreta de un ser determinado
con una características simples y únicas, imposible de suplantar imposible de modificar. Vivir dentro
de la creación, en su espacio, en su estado y en su tiempo. Vivir como suma continua de instantes, y
tras el último instante de la existencia, la muerte., Todo natural todo simple todo elemental todo sencillo.
La vida llena de matices y de sensaciones simples; sólo contemplar la naturaleza de mi ser, la perfección
de mi existencia, sin más nombres sin más palabras; valorar cada momento que Dios nos concede,
todo con la certeza de la vida eterna, olvidar las dudas del mañana; vivir sólo el hoy, y dejar libre el
hoy del otro, para que siga su camino sin más imposiciones, sin más dominaciones sin un porque
posterior sin un deseo inaccesible.

Guerra, hasta la palabra suena mal, palabras y palabras, mejor paz, mejor comprensión mejor, perdón,
amor, humildad, que también son palabras.

No soy nada, sólo parte de la creación, uno más que disfruta de tu compañía de tu ser, que sufre con
tu dolor que siente que estas cercana sin más, Todo Negro… menos tú.
¿Acaso las palabras definen lo que tu mente realmente siente, acaso sé lo que siento o puedo expresar
la sensatez y la veracidad de lo que deseo.

Acaso una guerra establece la justicia la verdad y el derecho? ¿Se puede justificar una vida por una
ilusión de bien, una utopía de igualdad o un ansia de poder .
Guerra y palabra, con la palabra te destruyo, te ignoro, genero tensiones de guerra. Con la palabra
se justifica la acción te modifico los criterios, te invito a desatar dentro de ti y en tu alrededor la tristeza
y el llanto de la victoria.

Cuando en el juego uno gana y otro pierde, la ilusión del triunfo, te hacen olvidar que existe también
el fracaso y ése… te llegará.
Jugar sólo para estar contigo, junto a ti pasar el tiempo en tu compañía, sin vencedor ni vencido, sin
primero ni último, sólo soy yo… contigo.

Dormir a tu sombra; el sol de lleno cuando no tengo agua donde refrescar la mente confunde las
ideas, y tus discursos, tus palabras tan bien coordinadas con tanta soltura expuestas, si las escucho
detenidamente llegan a generar en mi el deseo profundo de detectar que tu sonrisa esconde ansias
y esquemas que no llegas a alcanzar y te cuelgas a mi con intención tal que aborrezco la comunicación
que hace posible el desarrollo y la convivencia y sólo deseo contemplar lo falso de tu expresión, a
sabiendas que detrás de esa idea que circunvalaba mi mente puede alojarse el error de un juicio
inducido por la desconfianza que genera en mi interior tanta palabra.

Generas mi inquietud y me introduces en la duda continua ¿qué hay dentro de tí? Eres sincero, eres
cierta, eres verdad o sólo eres el impulso reflejo de lo que la sociedad te ha dado.
Desconfío de tí al igual que tu desconfías de mí, y entre tanta duda y entre tanta ambigüedad debemos
seguir caminando juntos oyendo tus historias escuchando tú las mías pasa el día, pasa la noche y así
al igual que el génesis siete días, y al séptimo descansó, descanse en paz.
Suenan campanas de duelo ¿quien murió ayer en el ultimo ataque?, ¿Quién ganó la liga?. Y digo yo,
que más da quien gane, si yo no gano nada. ¿Por qué la vida como competición, por qué esa lucha,
ese doblez ese ansia de violencia?

Si te gusta el fútbol por qué debe ganar uno u otro. Y en la guerra que más da quien murió; ¿Quién es
el malo, quien es el bueno, quien es el feo?; que más da, todo es relativo salvo el gran amor con que
nos ama el Creador, que todo nos lo ha puesto a nuestro servicio para nuestro bien y nos dió la
capacidad de querer yo, ser dios y querer transformar el mundo con un ideal de justicia de ser que no
tiene la sabiduría ni el discernimiento de saber cual es el bien y el mal.

No tenemos el fruto del árbol del bien y del mal; el pecado, el egoísmo, la envidia el ansia de ser de
querer dominar, hace que ese fruto no nos pertenezca. Yo soy el bien yo se donde esta el bien, se cual
es el eje del mal y como Dios y salvador voy a salvar al mundo de la esclavitud, y meto a la vida en
una esclavitud mayor, en el sufrimiento horrible donde muera quien muera ha muerto alguien ajeno a
tu pretensión de Dios, alguien imbuido en palabras de victoria de paraísos terrenales en esquemas de
ser algo útil, porque tu sigues en el poder y el otro perdió lo más importante que uno tiene que es la
dignidad de ser persona, de ser humano, de amar al otro, y de ser amado.

Murió, o fue él, el que mató, con el odio de querer ser mejor que el otro; murió con el espíritu inflado,
embotado y henchido, engañado de tus palabras; murió bajo el dominio de él sobre el otro él; horrible,
muerte y destrucción genera tu criterio, tu esquema de justicia y tu ideal; eres horrible y patético.
Medallas póstumas, honores horribles, funerales horribles; tú lo mandaste tu lo mataste con las palabras,
con las estrategia con los números con las probabilidades de la victoria, falsa por que toda victoria en
cualquier guerra es una falsa y evidencia tu fracaso.
En nombre de la libertad, de la paz, de la seguridad, no; no quiero esa vida dame el aire puro donde
poder volar como ave… sin más.

Huevos fritos y patatas fritas, sentir el aire entrar por los pulmones y ver como sale suavemente sin
fuerza otra vez. De tí lo tomo, a tí te lo devuelvo agradecido, por que por tí hoy vivo.

Sentir el agua pasar, deslizarse suavemente por la garganta y experimentar la transformación, cuando
tras un cierto tiempo tengo la necesidad innata, no buscada de orinar, y la cojo, la saco y orino con la
intención de que no salpique; no te gusta que se salga fuera, que moje la tapadera; esa tapa blanca
de madera que queda tan horrible cuando la cubres con toalla y terciopelo.

Pasar sin dejar huella, que mi presencia no aumente ese aspecto asqueroso que tras tu guerra dejaste.
En la sencillez de los actos, en lo básico y elemental esta mi vida y la obra; en descubrir que mear es
una aventura importante, llena de vida de satisfacción y de sensaciones que hace que no necesite
más aventuras absurdas; tengo dentro de mi todas mis aventuras en lo básico, en lo más sencillo; no
necesito, de forma libre eso si libre no por imposiciones, pecados o legislaciones, divertirme
incomodándote a tí, violentándote a tí forzándote a tí, creando entre tú y yo la guerra que siempre
me lleva aún con la victoria, a perder.

Soy yo, sólo yo, mi vida soy yo; no quiero que tus palabras tus gestos y tus intuiciones desaten guerras
que no deseo luchar, ni hacer. No quiero pertenecer a la conspiración que infunden tus deseos.
El poder del fuerte, la tecnología que condiciona y dirige, me asquea. Cuando yo soy básico y no
más; todo sabe agrio, extraño, amargo y absurdo; tu alegría que ni siquiera te crees, es la victoria de
la guerra, es la expresión de los supuestos que sabemos que no nos llegan... o que si llegan se pasan
pronto… es vivir de la ilusión necia y vacía.

No quiero vivir de deseos quiero vivir de tu amor.

La obra intenta aportar esta aproximación a la realidad existencial en que estoy metido, una realidad
con hechos históricos y concretos que vienen de fuera y condicionan toda mi existencia.
Mi obra frente a lo impuesto, a la libertad condicionada y a la falsedad de tu presencia, muestra la
lectura de lo simple y sencillo de cada acontecimiento; vivir en la brevedad del instante en lo profundo
de la contemplación.

Soy un ser creado por propia voluntad de Dios y como ser creado pertenezco a la creación; en este
acontecimiento surge la obra, siguiendo la expresión de mi amigo Paco “…como seta en otoño…”
La obra surge de la contemplación de los hechos más simples, de la materia más simple más marginal,
más básica y elemental.

La obra nos sitúa frente a la contradicción continua interior en que vivimos y nos movemos; la
contradicción de por nuestro afán absurdo de querer ser dioses de nuestra historia, coartamos, nuestras
ansias de felicidad con espejismos de poderes que al final anulan y ahogan la libertad.

Estas obras hablan de libertad pura, en su sentido más amplio en su sentido existencial, el de cortar
todo vinculo con los lazos que la sociedad nos introduce, estas obras nos alejan de los posicionamientos
frente a posturas tan radicales como la guerra, nos muestra la falsedad de la guerra televisada como
acto de ficción cinematográfica donde perdemos la dimensión catastrofista y el horror que sólo supone
el lamento desgarrado de alguien que muere por lo absurdo de la más mínima imposición aunque
sólo sea por estar en el eje. Un eje torcido, asimétrico, descentrado y desenfocado.
El eje del mal y del bien; palabras, sólo… palabras.

¿Quién hace el bien, quien hace el mal? ¿Quien es bueno, quien es malo y quien es el feo?
Bueno sólo es Dios, lo demás todo imagen y fabulaciones que condicionan y tranquilizan conciencias.
Frente a lo absurdo ambiguo y mujer pública o prostituta en que el consumo ha transformado la
palabra; la obra es puro sentimiento; sentimientos que no son siempre nuestros, propios y personales.
Nuestro ser, nuestro yo, nuestras ideas. Mis sensaciones y expresiones interiores; eso sólo me pertenece
a mí.

Por eso la obra quiere ser tú, entrar en ti ser tu mismo, ser tu expresión de sensación y de sentimientos,
de alegría, dolor, risas o consideración; que más da es tuyo, es para ti es tu vida eres tú...así la obra
esta consigo misma y es ella.
Un grito a la libertad personal y al amor desde la dimensión de la libertad, siendo libre te amo, te
quiero, se que me quieres soy yo, soy feliz estoy seguro en tus brazos junto a ti, a tu lado…Todo negro…
menos tu.

No hay más, no quiero más, lo demás que sé donde; donde esta la justicia, tu justicia, tu ser, si ni yo se
cual es mi justicia, .

Todo dominado por el dinero y el poder, todo condicionado por decisiones ajenas a nosotros que no
podemos controlar ni saber.

Todo está fuera de mi yo; pero yo, soy yo, yo estoy dentro de mí, la obra esta ahí, tú la ves, cumple su
misión su historia y su objetivo

Aún con todos estos argumentos tengo claro que todo esto son palabras, por ello aunque la obra hay
que presentarla con palabras, con imágenes, con esquemas, .... sé que la obra no tiene definición, ni
lo pretendo; la obra no se puede explicar, la obra hay que contemplarla desde la mente libre de
condicionamientos, sin prejuicios, sin presentimientos; sólo así puede expresar interiormente, o mejor

que cada cual interiorice su historia frente a la realidad de los acontecimiento, frente a la brevedad
de su vida, frente a sus condicionamientos y que proclame a los cuatro vientos la necesidad de ser
libre, de estar libre de vivir libre.

NUNCA MÁS

El horror de mis guerras, de mi odio, de mis ansias de querer estar fuera o ser distinto a ser yo, libre y sin
más, Nunca más querer lo que no soy, lo que llego a ser, lo que me indica que deber ser.
Sólo debo ser yo, en amor y con la creación.

AHORA MÁS QUE NUNCA

Vivir mi libertad lo que soy con la contradicción de no saber ni siquiera que es eso.
Apostar por la propia identidad de la existencia, por la ambigüedad de saber que no es más que
nadie que no es menos que nadie, que sólo es él, él solo frente a la grandeza de toda una creación,
de todo un sol que sale sólo para darme a mi calor, darme frío, y entre y mientras tengo esas sensaciones
de frío, o de calor, se que existo que puedo contemplar la inmensidad del mar cuando percibo, como
la última gota de agua que queda en el vaso, es a la vez un océano inmenso para alguien más
pequeño. Sentir la relatividad del ser, del tener y sólo vivir libremente fuera de toda guerra, fuera del
horror de mearme fuera por que el water no es mío.

Cuando hablas me pregunto ¿qué hay en tu mente?, miro tus ojos observo tu expresión. Palabras sólo
palabras.

Cuando te hablo miro en mi mente y busco el reflejo de la expresión de mis ojos en tus gafas; también
hay palabras. Más sin palabras… ¿cómo te digo te quiero?
La obra se muestra y ésta se somete a tu voluntad, a tu libertad interior a tus juicios. La obra así se
siente bien, cumplió el fin a que es llamada, ocupa así el lugar que tiene en su historia y en su existencia.
Ahora más que nunca, la sencillez, la simplicidad lo básico y lo elemental de vivir dada instante de mi
vida contemplando lo sencillo de la existencia y el amor de Dios.

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